Entre el 12 y el 29 de diciembre de 2019, en la ciudad de Wuhan, República Popular de China, se conocieron los primeros casos de pulmonías causadas por un virus, hasta ese momento, desconocido. Las autoridades del país asiático informaron a la Organización Mundial de la Salud el 31 de diciembre, y comenzaron una investigación para dar con las causales. 

Varios de los infectados trabajaban en el mercado mayorista de mariscos de Huanan de la ciudad, que fue cerrado el 1 de enero. Mientras los expertos en salud trabajaban para identificar el virus en medio de una alarma creciente, el número de infecciones superó las 40.

El 5 de enero de 2020 la Comisión de Salud Municipal de Wuhan informó que inició una investigación retrospectiva sobre el brote y descartó que el virus fuera el Sindrome Agudo Respiratorio Severo (SARS), que había sido el causante del fallecimiento de cerca de 800 personas en todo el mundo entre los años 2002 y 2003. Las alarmas comienzan a sonar en todo el globo. 

El día martes 7 de enero las autoridades sanitarias de la ciudad china anunciaron que habían identificado un nuevo virus. La OMS lo denominó 2019-nCoV y lo identificó como perteneciente a la familia de Coronavirus, que incluye al SARS y al resfriado común.

El primer fallecido por la enfermedad fue un hombre de 61 años, residente de la ciudad de Wuhan, que había realizado compras en el mercado de mariscos. El caso se informó el 11 de enero pero había sucedido el día 9, tras un tratamiento que no dió los resultados esperados y terminó con un paro cardíaco.

El 13 de enero la OMS informó del primer caso de la enfermedad fuera de China, era una mujer que arribó a Tailandia procedente de la ciudad de Wuhan. Cuatro días después se informó de la segunda muerte y comenzaron controles exhaustivos en aeropuertos de distintas ciudades del mundo sobre vuelos procedentes de la ciudad de origen de la nueva enfermedad.

En los días siguientes autoridades sanitarias de Estados Unidos, Nepal, Francia, Australia, Malasia, Singapur, Corea del Sur, Vietnam y Taiwán informaron que tenían casos de la enfermedad en sus países. El 20 de enero se confirmaba la tercera muerte en Wuhan y más de 200 infectados. Beijing, Shanghai y Shenzhen, ya tenían personas contagiadas. El 23 de enero las autoridades chinas ponen en cuarentena a la ciudad del brote inicial y suma a Xiantao y Chibi. 

En los días siguientes son más las ciudades sobre las que se toma la determinación de cierre de aeropuertos, trenes y circulación vehicular. Cerca de 56 millones de personas se encontraban en confinamiento estricto en el país asiático. En tanto, el 23 de enero, la OMS informaba que "no había evidencia" que el virus se transmitiera entre humanos y que "aún" no constituía una emergencia pública de interés internacional.

Siete días después del último reporte de la OMS sobre el virus s declaró la emergencia mundial. El 2 de febrero el gobierno chino reportó 304 muertes y 14.380 infectados. India, Filipinas, Rusia, España, Suecia y Reino Unido, Australia, Canadá, Alemania, Japón, Singapur, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos y Vietnam informaron casos positivos. El mismo día, el gobierno de Filipinas informó sobre la primera muerte de una persona por el virus fuera de China. Era un hombre que había llegado al país a través del aeropuerto de Wuhan.

En el mundo, el interior de la desconocida potencia mundial comienza a ser conocida, y los habitantes del planeta se enteran que Wuhan es uno de los centros de intercambio de pasajeros más importante del comercio internacional. El 6 de febrero Malasia informaba el primer caso documentado de transmisión persona a persona, mientras, en Europa, los contagios llegan a 30.

El 7 de febrero fallece el primer médico en reportar el nuevo virus, Li Wenliang, y en Hong Kong se establecen penas de prisión ante el inclumplimiento de la cuarentena. Dos días después la cantidad de fallecidos por el 2019-nCoV superó a la epidemia del SARS. China informaba 811 muertes y más de 37.000 infecciones.

Para el 10 de febrero expertos de la OMS llegan a China y el gobierno asiático informa que la cantidad de fallecidos subía a 908 y los infectados superaban los 40.100. El 11 de febrero la OMS pone nombre a la enfermedad. Desde ese momento sería COVID-19 y el nuevo virus se denominó SARS-CoV-2. Dos días después Japón informa el primer fallecimiento vinculado a la enfermedad en la isla.

El 14 de febrero Egipto se convierte en el primer país africano en tener un caso positivo y francia informa el primer fallecimiento en la comunidad económica europea, al igual que Taiwán. A esta altura estaba claro que el virus se exparciría por todo el mundo y los gobiernos debían toar medidas. El ministro de salud argentino, ante una consulta de medios peridísticos opina que el virus no llegaría a la Argentina.

Hacia finales de febrero se contaban más de 82.000 contagios y alrededor de 2.800 fallecimientos. Las autoridades sanitarias de todo el mundo comenzaban a estudiar la aplicación de medidas extremas de aislamiento. Hacia el final de la primera semana de marzo, las exportaciones chinas se desplomaron más un 17% tras las medidas de aislamiento que paralizaron gran parte del gigante.

El 3 de marzo las autoridades de salud argentinas informan el primer caso detectado en el país.

Iniciando la segunda semana de marzo, el gobierno italiano impone una estricta cuarentena en Lombardía y otras 14 regiones del norte del país. Eran 16 millones de italianos que comenzaban la primera serie de aislamientos en europa.

En una medida largamente esperada, la OMS declaró el 11 de marzo que el brote de coronavirus se transformó en una pandemia, mientras que Turquía, Costa de Marfil, Honduras, Bolivia, la República Democrática del Congo, Panamá y Mongolia confirmaron sus primeros casos. Hacia la mitad del mes Kazajstán, Filipinas y Austria endurecen las medidas sanitarias y declaran cuarentenas.

El domingo 15 de marzo, el presidente Alberto Fernández anuncia el cierre de las fronteras del país para el ingreso de extranjeros por 15 días "prorrogables". El viernes anterior ya había prohibido el ingreso de vuelos desde Europa, Estados Unidos y China. En el mismo anuncio las clases, en todos los niveles educativos, quedan suspendidas. A esa  altura el país contaba 56 casos positivos y dos fallecidos. 

Comienzan a tomarse las primeras medidas de lo que se conocería luego como Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO). Se cierran todos los Parques Nacionales, se prohíben espectáculos culturales y deportivos y se anuncia que el siguiente lunes se darían a conocer más medidas, sobre todo para el sector industrial y de alimentos.

El jueves anterior el gobierno de MIsiones había tomado la decisión de suspender las clases en el marco de una emergencia epidemiológica y sanitaria. El 18 de marzo Chile y Guatemala anuncian el cierre de sus fronteras con el objetivo de contener la pandemia. Al inicio de la última semana de marzo Europa se transforma en el epicentro de la pandemia, el 21 Italia reporta 4.825 fallecidos totales con más de 53.000 casos confirmados.

El 1° de abril el Secretario General de la ONU, Antonio Guterrez, afirma que el mundo se enfrenta a la peor crisis desde la segunda guerra mundial. La cantidad de casos positivos superó el millón y son más de 50.000 los fallecidos.

El 5 de abril, el primer ministro británico, Boris Johnson, es internado tras haber sido diagnósticado con la enfermedad diez días antes. Tres días después, permiten a los habitantes de Wuhan a salir de la ciudad, 76 días después de entrar en confinamiento.

El 21 de abril Donald Trump anuncia que prohibirá la inmigración hacia Estados Unidos. La decisión se tomó 10 días después que las autoridades sanitarias del país anunciaran 20.071 muertes superando a Italia y con más de 519.000 casos positivos. Una semana después el país de América del norte cuenta 1.000.000 de infectados, un tercio de los casos totales mundiales.

El 23 de mayo las autoridades chinas informan, por primera vez desde el inicio del brote, que no se dieron nuevos contagios en el país. El día 27 Estados Unidos es el primer país en superar los 100.000 fallecidos por la enfermedad. En el mundo la cantidad de infectados asciende a 5,5 millones.

El 6 de junio la OMS informa que, tras revisar análisis científicos, las personas deberían utilizar máscaras faciales. Esta indicación es la primera vuelta atrás del organismo internacional con las recomendaciones. En Brasil, Jair Bolsonaro, amenaza con retirarse de la OMS tras calificar al organismo como "partidista y político".

El 7 de junio las muertes por COVID-19 superan las 400.000. Un tercio de los casos totales a nivel mundial se produjeron en Estados Unidos. El 8 de julio el presidente Trump anuncia a la ONU que el país se retiraría de la OMS, mientras Estados Unidos superaba los 3 millones de infectados. En Latinoamérica, el 2 de agosto se superan los 200.000 fallecidos por la enfermedad. El 9 del mismo mes Estados Unidos supera los cinco millones de casos postivos.

]El  13 de agosto , Argentina y México anuncian que producirán la vacuna COVID-19 de la compañía farmacéutica británica AstraZeneca. Mientras, el estado brasileño de Paraná firmó un acuerdo para probar y producir la nueva vacuna contra el coronavirus de Rusia. El 31 de agosto, Estados Unidos supera los seis millones de casos positivos.

En los meses siguientes, la mayoría de los países europeos tuvieron que volver a establecer cuarentenas estrictas, tras el regreso a clases y apertura de bares y restaurantes que impulsaron la segunda ola de la pandemia justo al inicio del invierno y sin vacuna a la vista.

Sobre las fiestas de fin de año, el gobierno argentino anuncia que el día 22 de diciembre se realizará un vuelo para traer al país las primeras 300.000 dosis de la vacuna desarrollada en la Federación rusa Sputnik V. 

Este 29 de diciembre comenzo en todo el país la vacunación al personal de salud afectado a las Unidades de Terapia Intensiva COVID-19. La primera de las vacunas que se aplicarán en todo el territorio llegó cuando las cifras oficiales indican 42.650 fallecidos y 1.590.513 casos positivos en el país desde el inicio de la pandemia.